Las bebidas verdes se han vuelto muy populares, y hay varias buenas razones para ello. Beber nutrientes tiene muchos beneficios. Los batidos y jugos frescos están repletos de nutrientes: vitaminas, minerales, aminoácidos, grasas saludables y mucha fibra dietética. Es genial preparar tus propias bebidas y consumir los nutrientes directamente. Obtendrás una cantidad concentrada de vitaminas, minerales, antioxidantes y otros nutrientes importantes. Es una excelente manera de obtener una gran cantidad de nutrientes en poco tiempo, especialmente si te cuesta comer suficientes verduras.
Los batidos y jugos que compras en los supermercados han sido procesados, es decir, pasteurizados. Este proceso elimina las bacterias y prolonga la vida útil de los productos. Desafortunadamente, esto resulta en cierta pérdida de nutrientes. Otra razón para tomar bebidas verdes es simplemente que nos mantienen hidratados durante todo el día. Una causa común de los antojos es la falta de líquidos en el cuerpo, es decir, la deshidratación.
Cuando el cuerpo carece de líquidos, nos sentimos cansados y a menudo necesitamos azúcar o cafeína para revitalizarnos. Consumir estos alimentos no nos ayuda, ya que nos deshidrata aún más. Otra causa del hambre y los antojos es la falta de nutrientes. Al beber bebidas frescas como jugos y batidos, le estás aportando muchos nutrientes importantes al cuerpo. Las frutas y verduras frescas cultivadas al aire libre absorben mucha energía del sol. Esta energía les permite conservar los nutrientes que nos benefician al comerlas.
El jugo es más fácil de absorber que las verduras enteras, ya que se elimina gran parte de la fibra durante el proceso. Esto puede ser beneficioso para personas con problemas digestivos.
Por qué los batidos verdes son tan buenos para beber
Los batidos verdes son una excelente manera de obtener una gran cantidad de nutrientes. Son muy fáciles de preparar. Ayudan a fortalecer el sistema inmunitario, aumentar la energía y mejorar la salud en general. Los batidos ya están licuados, por lo que el sistema digestivo no tiene que esforzarse tanto para descomponer los alimentos y obtener los nutrientes.












